*Daniel y *Jara son una pareja que ha decidido separarse.

-“La distancia entre nosotros creció hasta un punto de no retorno”.

Tienen dos hijos, de 7 y 4 años.

-“A pesar de las emociones que nos invadían de dolor y tristeza, hemos tenido muy claro que queríamos proteger a nuestros hijos de la manera en que se nos ha ocurrido.”

*Jara vino a mi consulta para ayudarle en algunas dificultades emocionales durante la separación y re-ordenación de su vida afectiva, también en lo profesional.

Tuvimos algunas sesiones como pareja de padres para gestionar sus emociones y algunas respuestas de los niños que les tenían aturdidos.

En el trabajo, *Jara oyó hablar a una compañera que se estaba separando, y le pareció una manera diferente, un poco más relajada de hacerlo.

-“Mi compañera había contactado con una abogada que proponía una forma de separación diferente. Ahí se me abrió un mundo de posibilidades. Empecé a permitirme sentirme un poco menos culpable por separarme y más pensar y poner foco en lo verdaderamente importante para mí como es el bienestar de nuestros hijos y cómo decidir cuidarlos, entre los dos, a partir de ese momento. *Daniel y yo teníamos claro que queríamos que el impacto fuera el menor posible para los niños.”

Decidieron vender alguna propiedad conjunta y con ahorros, re-modelaron un anexo a la casa familiar, en donde poder vivir ambos, de manera separada.

-“La solución no ha sido fácil, tenemos que negociar todo el tiempo, acostumbrarnos. A pesar de la buena voluntad de ambos, es una complejidad que nunca me he encontrado y a veces me asusta y me agobio. Pero hablamos mucho con los niños, nos ven todos los días y nos sentimos satisfechos: hemos creado nosotros mismos una alternativa diferente, a nuestra medida, y eso es muy, muy positivo para nuestra familia”.

Cada vez más parejas “se atreven” a dar este paso: solucionar creativa-mente uno de los problemas que más preocupan a los padres cuando la pareja se separa: cómo atender a los niños desde la nueva situación. Qué tiempo pasar con ellos, dónde vivirán…

*Jara y *Daniel tomaron algunas decisiones y en su entorno algunas de ellas no se entendían…

-“Además de todo, gestionar los comentarios y opiniones, que sin pedirlas, ahí estaban, pero *Daniel y yo supimos encarar el proceso como una decisión familiar, como llevábamos haciendo desde que nació nuestro hijo mayor”.

Las emociones que surgen durante la separación y en la toma de decisiones como el reparto de tiempos familiares, con quién vivirán los niños y dónde, las identifico así:

Frustración.

Ira. 

Tristeza.

Competitividad. 

Culpa. 

Vergüenza.

Sensación de fracaso. 

Miedo.

Decepción. 

Exigencia.

Y vivirlas no tiene que ver con estar haciendo mal las cosas. Al contrario, son nuestra naturaleza. Las emociones dan información. Las emociones surgen todas las primeras veces. Las emociones surgen en momentos de cambio como estos. Con fuerza, con intensidad. Y quitan poder.

La manera en que gestionamos estas emociones es fundamental para tomar decisiones, y tomar el poder. Porque como padres es necesario tomarlo, más que nunca. Si queremos un proceso de separación lo más pacífico y exitoso posible, debemos conocerlas, aceptarlas e incluso hacer que jueguen a nuestro favor.

¿Y cómo podemos gestionar las emociones en la toma de decisiones como el reparto de tiempos en la familia?

Primero de todo, nombrándolas y aceptándolas. - Hablando. Comunicando. Ayudando a los niños a nombrarlas. Liberándolos de culpas. - Empatía y creatividad: ¿cómo te gustaría que fuera? listado de opciones.

Sin mucho filtro racional: luego en otra fase podemos ver cuáles sí es posible llevar a cabo.

Los Valores son una guía que ayuda. ¿Qué nos importa que la familia mantenga, qué valores queremos que los niños continúen vivenciando en su familia? - ¿Cuáles son los motivantes? ¿Qué queremos conseguir? ¿Practicidad, comodidad? ¿De momento, llegar a un nivel mínimo de practicidad para seguir tomando otras decisiones más adelante?

Todo esto hay que tenerlo en cuenta.

¿Cómo te ven tus hijos? ¿Cómo quieres que te vean?

Recuerda que para ellos, siguen teniendo un padre y una madre. Para ellos, en lo esencial, nada ha cambiado. 

¿Qué necesitan ahora? ¿cómo lo puedes saber? En consulta es muy útil utilizar objetos, por ejemplo unos muñecos que representan a cada miembro de la familia.

Esto ayuda a ver el bosque, dejamos la emoción a un lado, y nos enfocamos en cada miembro y sus necesidades. Puedes usar algún objeto o fotografía y escribir la respuesta a estas cuestiones.

La edad de los hijos es una guía para conocer esas necesidades, pero quien conoce bien a sus hijos siguen siendo su madre y su padre. - ¿Dentro de 3, 5, 10 años, qué sería el éxito conseguido para la familia?¿Cómo sería un día habitual? ¿Qué intensidad de esas emociones en los primeros momentos de la separación están en las vidas de los miembros? ¿Qué habrá que hacer para conseguir ese éxito?

Una separación, como sabes, tanto si estás viviéndolo, lo has vivido o planteándote esa decisión, es un proceso estresante y muy complejo.

Contar con ayuda profesional alineada en conseguir una relación de familia como deseamos que sea, tendremos muchas posibilidades de conseguirlo. De empoderarnos aunque la situación sea complicada, aunque no veamos el final.

El final, algún día sentiremos llegará, que hemos pasado una etapa. Miraremos a nuestro alrededor y veremos un paisaje, y éste puede ser de desarrollo, de crecimiento. De orgullo y bienestar.

(*Jara y *Daniel son personajes ficticios)

NATALIA RAYA ¿QUIÉN ES?

Nueva colaboradora del Equipo de Separación Responsable

Natalia Raya es Psicóloga Sanitaria y Psicoterapeuta. Trabaja con Parejas y Familias en Madrid.

También es Coach Ejecutiva ayudando a Emprendedoras y Directivas a empoderarse y visibilizarse. 

Conócela un poco más en su web www.nataliaraya.es y sus reflexiones en Instagram @connataliaraya.